2.12.06

Capítulo 6: Realidad

Bitácora de Andrew Johnson. 10:30 am. 21 de noviembre del año 2480. Todo ha acabado, no hay esperanza de seguir y salir victoriosos, hemos sido dominados, superados y devastados en todos los aspectos por los demonios. Nuestra base...derrotada, apenas y logra sostenerse por sí misma, aunque tambalea. No hay nada, se respira la muerte; los medicamentos se han agotado y cada vez hay más demanda de ellos, quisiera tenerlos, al menos calmaría en algo el sufrimiento de mis compañeros; muchos han muerto por su falta. Culpo a nuestros cuerpos hechos de proteínas, curan muy lento y los demonios no esperan.
Los alimentos se han acabado, simplemente no hay; nos alimentamos de ratas...es triste decirlo pero utilizamos de carnada la carne putrefacta de quienes han muerto para atraparlas y poder tener algo que comer. Quien iba a pensar que un animal tan repugnante se convertitía en la base de nuestra alimentación, al menos aún no enloquezemos, no quiero pensar que podríamos comernos unos a otros.
Los padres aún rezan a Dios, a la vírgen, a los santos, a quien sea necesario. Es curioso como un padre católico, un siervo protestante, un musulmán y un rabino han dejado atrás sus diferencias y se juntan con otros creyentes a orar, por una esperanza, por un rayo de luz que caiga sobre nosotros de nuevo. Un milagro. Tengo mis dudas acerca de Dios o un ser superior y si existe, tal vez ya ha dejado de escucharnos, ¿por qué nos ha pasado esto? ¿en verdad hemos sido tan malos y desobedientes?
A veces pienso que en verdad es un niño jugando con una colonia de hormigas, tal vez se hartó de jugar con nosotros y se fue...tal vez para siempre y nos abandonó en manos de los demonios.
En todo caso, ahora me enfocó más en la ciencia, creo más en ella, tal vez porque es algo tangible y que puedo ver como va evolucionandode cualquier forma nadie puede negar que poco a poco se ha convertido en la nueva religión de la humanidad, todos están atentos a ella y su vida se rige por ella, ya nadie concibe un mundo sin teléfono o sin televisor. Mientras más avanzaba más dudabamos la existencia de Dios. ¿Quién pensaría que ahora es a Él a quien nos dirigimos para que intervenga en esta guerra? Creo que aún necesitamos de nuestra fe, al fin y al cabo es lo que muere al final y lo que nos ha mantenido aquí por tanto tiempo, al borde del exterminio, a no ver de nuevo la luz del sol, a olvidar que existímos y a desaparecer para siempre; tan sólo pensarlo me da escalofríos. Pero es la verdad, soy lo último que queda del escuadrón Omega 4 de las fuerzas especiales de la armada. He visto a todos y cada uno de mis compañeros morir en el campo de batalla. ¿Mi esperanza? Volver a ver a mi esposa, a mis dos hijas...Siempre las llevo conmigo en mi corazón. Tal vez es lo que me mantiene vivo...mi motivo para vivir, tal vez sólo tengo suerte. Sea cual fuere la causa, no me daré por vencido jamás; al menos no en este momento pues aunque es improbable que sigan vivas, tengo fe en encontrarlas vivas. Es por eso que he decidido atravesar estos tormentos, es por eso que sigo vivo, porque la esperanza es lo único que permanece pues lo demás ha dejado de existir.
Tal vez cuando todo esto pase terminaré en un manicomio contándole a un doctor o a quien sea lo que he pasado en este momento, viendo siempre los ojos de mis enemigos, los ojos de los enemigos de mi esposa y de mis hijas, los ojos de los enemigos de la humanidad, los ojos que nos han hecho sufrir estas catástrofes. Los ojos de un demonio.

2 comments:

Zagra el Lobo said...

Hola hippie. Un hermoso capitulo de relleno que nos permite ver cuan diecadente es la humanidad en ésa epoca. Y a la vez como han de sobreivir, hazlo mas tetrico... muajajajaja.
Zagra

Anonymous said...

Jaja indiazo buena la historia, me deja muchas dudas me mantiene entretenido. Espero el siguiente capitulo jajaja